Hace
32 años, la tierra se cimbro de una forma que no se tenía memoria, con un sismo
de 8.2 grados Richter en donde la tierra tembló y provoco varios miles de
muertes; el antiguamente llamado Distrito Federal, padeció el mayor impacto
natural del siglo XX y, cuando, año con año, se recordaba poco a poco más
lejano ese día, -pese a otros temblores en días pasados-, este 19 de septiembre
la madre naturaleza, le recordó al hombre su vulnerabilidad y sacudió a la
mayor urbe nacional.
El
sismo que daño a la hoy Ciudad de México (CDMX) se generó en una zona que ha
generado terremotos en 1973, 1980, 1999
y 2017, que en esta ocasión genero un movimiento de 7.1 grados Richter, que al
ser un sismo de mayor profundidad tiene poca replicas, dicha región no costera
se ubica en la colindancia del estado de Morelos y Puebla, que por su cercanía
en la capital le permitió sentirse con gran fuerza.
En
un seguimiento fotográfico y de reporteo de este reportero, en la capital
mexicana, lo más rescatable es la participación loable de la población de
cientos, sino es que hasta miles de hombres y mujeres sin importar sus edades
que de forma altruista y voluntariamente llegaron a los sitios de los derrumbes
a entregar horas y quizá algunos lo hagan por días, su tiempo para ayudar a
sacar a atrapados bajos las miles de toneladas de escombros.
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